Y sí, hoy fue EL día, sí ese en el que preferís no haberte levantado de la cama y salido de tu casa, ese en el que desde el mismísimo instante en que asomás la nariz fuera te das cuenta que en el mundo hay una conspiración de los astros en tu contra, se desalinearon los planetas y la barita mágica te pasó de largo. El día que pensas que naciste estrellada.
Hoy a la mañana salíamos como de costumbre, mi hermano y yo por nuestro lado, y mi viejo, por el suyo, cada uno a su respectivo trabajo, mientras mi hermano sacaba el auto, noto que algo faltaba, además del aire por la humedad que había, vuelvo a mirar, me saco la lagaña de los ojos, en efecto, no me equivocaba, se habían robado el auto de mi viejo, que por lo visto no había pasado mucho tiempo de su desaparición ya que se notaba la marca seca. Los muy turros seguramente lo habrán empujado o estábamos tan dormidos a la mañana que nadie escucho nada.
Y continuas con la rutina, para que no te afecte, pero te la hacen difícil cuando un aparatito llamado teléfono comienza a sonar y sonar, esos odiosos llamados, que jamás son para decirte flaca te ganaste un premio, o darte una buena noticia, menos en un día que empezó como empezó, sino para reclamar lo insólito. Vos te convertís en soporte técnico post obra, explicas por ejemplo como prender una lamparita o como abrir una canilla. Te falta decir "Si desea repetir el mensaje presione 1, para finalizar 2".
Las horas pasan rápido y más cuando estás ocupada todo el día. Entonces pensas, listo, al fin puedo irme a casa, ya pasó pero...nooo
Volviendo, los tres, porque aprovechamos y volvimos los 3 juntos, de repente, en la autopista, plena congestión de tránsito...una linda nube de humo blanco empezó a salir del capot, y no era la elección de ningún papa, lo que faltaba, nos tiramos a la banquina para llamar a un remolque, salvados ya que quedamos al lado de un teléfono de SOS (no se preocupen en buscarlos, no están, alguien los robó y a pesar de que te cobran el peaje, viajas a paso de tortuga en horas pico, no los reponen) así que si no tienen celular para llamar al *287 (agenden el número) pueden intentar con las señales de humo, les presto el auto. A la hora apareció el remolque para sacarnos de ahí, igual si no aparecía, algún auto de aquellos inteligentes que se mandan por la banquina iba a jugar a los autitos chocadores con nosotros, y seguramente terminabamos abajo de la autopista mucho más rápido.
Ya me habían remolcado, pero nunca de la autopista, y la verdad es todo una experiencia, eramos 3 y en la cabina del camión entran 2 con lo cual viajé upa de mi papá, el tipo iba a los pedos y por el camino encontramos otro auto quedado, al cual engancho a la parte de atrás del camión, era una mujer, y cuando llegamos a la salida de la autopista, que es donde te tiran, la pobre estaba pálida.
Paso siguiente, llamar al remolque del seguro, que de seguro ya no tiene nada, porque cuando logramos comunicarnos, tenían 5 horas, no miento, 5 horas de demora para remolque, o sea te atacan los indios, y cuando llega la grúa no quedan ni los mosquitos.
A esa altura, ya no importaba nada, y la decisión pasaba por esperar o seguir destruyendo el auto.
Decidimos no esperar, y en completo silencio, sin ganas de omitir sonido, pusimos primera y salimos.
Lo que más anhelas es llegar a tu casa, sacar a pasear al perro y pisar la mierda, a ver si así te trae un poco de suerte, como dicen.
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